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miércoles, 30 de mayo de 2012

La compasión

Porque tenemos compasión, somos capaces de colocarnos en el lugar del otro y preguntarnos: ¿qué necesitaría, qué pediría yo si estuviese en esa situación?


La compasión es una virtud muy familiar, tan familiar que nos puede resultar difícil definirla.

Sentimos compasión ante un niño pordiosero, ante un anciano enfermo, ante la noticia de un secuestro, ante la soledad de una esposa o de un esposo abandonado.

Sentimos compasión a todas las edades: el niño percibe cuándo sus abuelos o sus padres están tristes y busca consolarlos. El joven siente pena al ver sufrir a quienes ama, o a personas que encuentra por la calle. El adulto capta y participa en el dolor de otros, niños, jóvenes o adultos. El anciano acoge con gratitud la compasión que recibe, y sabe también ofrecer su cercanía a quienes sufren a su lado.

Nos damos cuenta de que la compasión no se limita a un sentimiento. Va mucho más adentro, porque permite unirnos y participar, de corazón a corazón, con el sufrimiento de alguien, cercano o lejano, que tiene nuestra misma humanidad, que necesita la ayuda del consuelo.

Intentemos definir esta virtud. Compasión significa sufrir con el otro, participar en el dolor ajeno con el sentimiento y con una actitud del alma que nos lleva a acompañar, a consolar, a remediar los males de la persona hacia la que sentimos compasión.

Porque tenemos compasión, somos capaces de colocarnos en el lugar del otro y preguntarnos: ¿qué necesitaría, qué pediría yo si estuviese en esa situación? Si doy la respuesta justa, descubriré que tengo que ponerme a trabajar: el dolor físico o moral de alguien ha entrado en mi corazón y me impulsa a hacer algo para aliviar sus penas.

En el pasado (también en el presente) ha habido quienes consideraron la compasión como una virtud pobre, despreciables, para personas frágiles. Los estoicos, por ejemplo, creían que dejarse llevar por la compasión era un signo de debilidad, de flaqueza. Un autor estoico dijo que la misericordia era un defecto, y que tener compasión no era algo propio de los sabios. Kant tampoco apreciaba mucho la compasión, pues pensaba que un hombre se “rebajaba” si escogía actuar según un sentimiento de afecto hacia el otro en vez de seguir la férrea ley del deber.

Aristóteles, en cambio, apreciaba mucho la compasión: la veía como una virtud muy importante para la vida del ser humano. Señaló, además, uno de sus motivos más frecuentes: sentimos compasión hacia quien padece un mal penoso porque pensamos que también puede ocurrirnos algo parecido a nosotros o a nuestros familiares.

Junto a los filósofos, también las religiones hablan de esta virtud. Los cristianos basan la compasión en el ejemplo de Jesucristo, a quien ven lleno de ternura y de cariño hacia los enfermos, los pobres, los pecadores. Cristo mismo enseñó cómo vivir esta virtud con una parábola magnífica, la del Buen Samaritano, que encontramos en el capítulo 10 del evangelio de san Lucas.

En el camino de nuestra vida habremos encontrado personas compasivas. A muchos viene a la mente el ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta. Ve a un hombre carcomido por la enfermedad y la pobreza. Siente el olor de su carne herida y sucia, percibe el peligro de un contagio, nota que la muerte llegará pronto.

Madre Teresa no se detenía al ver tanta miseria. Su compasión la llevaba a descubrir, bajo un manojo de carne y huesos, a un ser humano necesitado de ayuda, de cariño, de consuelo. Lo recogía de la calle, lo llevaba a un dispensario, lo abrazaba con ternura, lo curaba y nutría, lo acompañaba hasta la llegada de la muerte. Madre Teresa, como tantos miles y miles de hombres y mujeres de buena voluntad, era simplemente compasión en marcha.

En concreto, ¿cómo se vive la compasión? Hay que empezar en casa: percibir los dolores, problemas y angustias de quienes están a nuestro lado; acercarnos a ellos con una simpatía profunda que les permita sentirse acompañados y apoyados en sus dificultades.

Luego, hay que saber aplicar la compasión en el trabajo. Si uno tiene alguna responsabilidad directiva, buscará comprender a quienes tiene que dar órdenes. Si uno es un empleado, tratará a sus compañeros no sólo con respeto, sino con una intuición fina que sabe percibir si tienen necesidad de algo.

La compasión nos abre incluso más lejos: hacia los extraños. Ese niño que nos mira con ansiedad junto al semáforo. Esa anciana que tiene miedo de cruzar la calle si nadie la acompaña. Ese enfermo que está sólo en un hospital y que sentirá una dicha insuperable si tiene a alguien que le acaricie la mano y le hable al corazón...

Con un alma abierta y una voluntad decidida, la compasión nos llevará a ofrecer un poco de bondad y de dulzura a tantas personas que podemos encontrar a lo largo del camino de la vida.

Autor: Fernando Pascual, LC | Fuente: Catholic.net 

¡Vence el mal con el bien!

lunes, 28 de mayo de 2012

EL MERCADER Y LOS CAMELLOS



CamelloCuenta una historia, que un rico mercader salió a vender mercancías en compañía de sus servidores y con una caravana de 12 camellos.

De noche, pararon en un oasis y cuando el señor ya estaba listo para dormir, llegó su asistente y le dijo:
- Señor, tenemos un problema: Ya hemos amarrado 11 camellos pero olvidamos traer una estaca y no sabemos que hacer con el que nos falta.

- Muy sencillo, dijo el mercader: Simula delante del animal que clavas la estaca y lo amarras a ella. El camello, que es torpe, creerá que está sujeto y se quedará quieto.

Los servidores hicieron lo que dijo su señor y se fueron a dormir.

Al amanecer vieron que todos los camellos estaban en su lugar.

Fue de nuevo el asistente y le dijo al comerciante que tenían los camellos listos para partir, pero no podían poner en camino al camello número 12.

El señor les dijo que simularan desatarlo porque creía que estaba amarrado. Así se hizo y la caravana pudo proseguir su camino.

A tí, ¿cuántos lazos mentales te frenan?


http://webcatolicodejavier.org/camellos.html

sábado, 26 de mayo de 2012

¿Quién eres Tú, Soberana?


¿Quién eres Tú, Soberana? ¿Quién eres Tú, Inmaculada? No logro profundizar lo que significa ser criatura de Dios. Inmaculada... vengo a Ti con una humilde oración: Déjame alabarte, Virgen santísima... Cómo comprender y expresar lo que para Ti y en Ti Dios ha previsto. Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra, sé que no soy digno de acercarme a Ti, de caer de rodillas e inclinarme ante Ti, pero como Te amo tanto, me permito pedirte, a Ti que eres tan buena, que me digas quién eres, pues deseo conocerte cada vez más y amarte cada día con mayor fervor. 


Déjame alabarte, Virgen santísima...
Permíteme glorificarte con mi sacrificio.
Acuérdame vivir, trabajar, sufrir, consumirme y morir por Ti!


   
Oración a la Inmaculada del P. Maximiliano Kolbe
Citada en la Revista del Rosario, febrero 1973

Un minuto con María
www.mariadenazareth.org

jueves, 24 de mayo de 2012

María Auxiliadora


El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. Su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna.

La Sma. Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera "ciencia y paciencia", porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.

Empezó la obra del templo con tres monedas de veinte centavos. Pero fueron tantos los milagros que María Auxiliadora empezó a hacer en favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. El santo solía repetir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen".

Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que Nuestra Señora concede a quienes la invocan con ese título, que ésta devoción ha llegado a ser una de las más populares.

San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". El decía que los que dicen muchas veces esta jaculatoria consiguen grandes favores del cielo.

ORACIÓN

Oh Dios omnipotente y misericordioso que en la Santísima Virgen María Auxiliadora estableciste maravillosamente una continua ayuda para defensa del pueblo cristiano; concédenos propicio que luchando en esta vida al amparo de tal protección, en la hora de la muerte podamos alcanzar la victoria sobre el maligno enemigo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Alejandro María. 

lunes, 21 de mayo de 2012

Oración de San Bernardo


Si se levantan las tempestades de tus pasiones,
mira a la Estrella,
invoca a María.
Si la sensualidad de tus sentidos quiere hundir la barca de tu espíritu,
levanta los ojos de la fe,  mira a la Estrella,
invoca a María.
Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte al abismo de la desesperación,
lánzale una mirada a la Estrella del cielo y
rézale a la Madre de Dios.
Siguiéndola, no te perderás en el camino.
Invocándola no te desesperarás.
Y guiado por Ella llegarás seguramente al Puerto Celestial.

San Bernardo


http://encuentra.com/oraciones_y_devociones/oracion_de_san_bernardo16188/

domingo, 20 de mayo de 2012

ELLA sabe...

Ten una devoción intensa a Nuestra Madre. Ella sabe corresponder finamente a los obsequios que le hagamos. Además, si rezas todos los días, con espíritu de fe y de amor, el Santo Rosario, la Señora se encargará de llevarte muy lejos por el camino de su Hijo. (Surco, 691)



sábado, 19 de mayo de 2012

Salve, Reina de los Cielos


Salve, Reina de los cielos
y Señora de los Ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/salve_reina_de_los_cielos__10646/

jueves, 17 de mayo de 2012

Salve, del mar Estrella,

Salve, del mar Estrella, 
de Dios Madre venerable y siempre Virgen, 
feliz puerta del Cielo. 
Recibiste aquél Ave de boca de Gabriel: 
afiánzanos en paz cambiando el nombre de Eva. 
Suelta las cadenas de los reos, da luz a los ciegos, 
líbranos de nuestros males, alcánzanos todos los bienes. 
 Muestra que eres nuestra Madre que reciba de Ti 
nuestras preces el que por nosotros nació y quiso ser Hijo tuyo. 
Virgen singular, entre todas humilde. 
Haz que, limpios de culpa, seamos humildes y castos. 
Danos una vida pura, prepáranos un camino seguro. para que, viendo a Jesús, 
 siempre nos alegremos. 
Alabanza a Dios Padre, la suma honra a Cristo y al Espíritu Santo: 
a los Tres un mismo honor. 




Amén.

http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/salve_del_mar_estrella__10645/

miércoles, 16 de mayo de 2012

Salve Regina.


Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima!,
¡Oh piadosa!,
¡Oh dulce siempre Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. 

Amén.


http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/salve_regina10644/

martes, 15 de mayo de 2012

Regina Coeli


Benedicto XIV estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual (desde la Resurrección del Señor hasta el día de Pentecostés) se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona "Regina Coeli".



Regina Coeli
V. Alégrate, Reina del cielo;
aleluya,
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno;
aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo;
aleluya,
R. Ruega por nosotros a Dios;
aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María;
aleluya,
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente;
aleluya.

Oración
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el goce de la vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.


http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/regina_coeli__10643/

domingo, 13 de mayo de 2012

Madre del Redentor


Madre del Redentor, virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del arcángel Gabriel
y ten piedad de nosotros, pecadores.



http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/madre_del_redentor__10641/

sábado, 12 de mayo de 2012

La Beata Imelda



Esta niña angelical nació en la ciudad de Bolonia en 1322. Era hija de los Condes de Lambertini, ilustres en nobleza y en virtud. La condesa, desconsolada porque no tenía hijos, había rogado fervorosamente para que le fuese concedida una hijita, y, según se dice, obtuvo tal merced del Cielo por medio del Santísimo Rosario, del cual era devotísima.
La pequeña Imelda pronto llamó la atención por sus celestiales inclinaciones. Cuando lloraba, se sentía consolada al oír los nombres de Jesús y de María; cuando comenzó a hablar, fueron estos nombres dulcísimos los que pronunció con más frecuencia. A veces, la encontraban con las manos levantadas al cielo, en oración, y con los ojos anegados en lágrimas de ternura .
Permanecía largos ratos sobre las rodillas de su madre, aprendiendo las primeras oraciones. Era muy devota de la Madre de Dios, y, sobre todo, de la Sagrada Eucaristía. Pasaba muchas ho­ras delante del Sagrario, como extasiada, y, con mu­cha frecuencia, se alejaba de las fiestas de familia, y se iba al oratorio del palacio, prefiriendo a todo bullicio el encanto de aquel altarcito, que ella misma arreglaba y adornaba con flores. Más de cuatro veces se habían preguntado sus parientes: "¿Qué llegará a ser, con el tiempo, esta niña?.
 Apenas tenía nueve años  cuando ya la voz de Dios se había dejado oír claramente en su alma, y la había invitado al recogimiento del claustro. Es cierto que era todavía muy jovencita para ser religiosa, pero su falta de edad era compensada por sus bellas cualidades y por su juicio de persona mayor. En aquella época, varios niños y niñas habían entrado en algunos conventos.
Así fue como Imelda pudo satisfacer pronto sus ansias de unirse con Jesucristo. Sin hacer caso de las advertencias de los parientes, ni de ninguna consideración humana, entró bien decidida y con el corazón lleno de alegría, en el monasterio dominico de Val di Pietra.
No había hecho aún la Primera Comunión, pues los niños, en aquel tiempo, no eran tan dichosos como ahora, cuando, por voluntad de la Santa Iglesia, pueden comulgar tan pronto. Por esta causa suspiraba siempre por el día más feliz de su vida, y era tan grande el concepto que tenía de la Eucaristía, que no sabía entender cómo era posible no morir de amor al recibir el Pan de los Ángeles. Reiteradamente había suplicado al sacerdote que la dejase comulgar, pero no obtuvo esta gracia; su edad lo impedía; era demasiado pequeña.
Mas, he aquí que, el día 12 de mayo de 1333, cuando ya habían comulgado todas las monjas y cuando ya había sido cerrada la puerta del Sagrario y estaban apagados los cirios del altar, mientras las religiosas se dirigían a sus ocupaciones, Imelda se quedó postrada en tierra, en el coro, con gran desconsuelo. De repente, el coro se iluminó con una luz milagrosa y se llenó de un aroma suavísimo, que, esparciéndose por todo el convento, atrajo otra vez hacia la iglesia a todas las monjas. Una Hostia se movía sola, en el aire, y parecía que quería ir hacia la monja-niña, que se derretía de amor, temblorosa y con las manos juntas, bajo la influencia del Sol de las almas. Al ver tal milagro, el sacerdote entendió claramente la voluntad de Dios, se revistió de nuevo, y tomando la Hostia que flotaba en el espacio, administró a Imelda la Sagrada Comunión.
Tumba de la Beata Imelda en la Iglesia de San Segismundo, Bolonia (Italia)Entonces Imelda cerró los ojos a toda cosa exterior, juntó las manos, inclinó la cabeza... y pareció quedar dormida. Pero pronto su color rosado se transformó en un color ligeramente blanquecino, y pasaron varias horas sin que se desvaneciera el encanto. Entonces las monjas presintieron lo que sucedía; se acercaron a ella, la llamaron, pero no respondió; estaba muerta, muerta de amor a Jesús, tal como se había imaginado...
Un gran gentío acudió a Val-di-Pietra para ver el cuerpo de la joven novicia. Y nadie dudó en venerarla enseguida como bienaventurada.
Cada año, el día 12 de  mayo se celebra en el convento con toda solemnidad. Los Papas vieron siempre con buenos ojos este culto, hasta que, por fin, un decreto de León XII, en 1826, la declaró Beata, autorizando su oficio litúrgico y Misa propia.
La Beata Imelda es la patrona de las niñas de Primera Comunión.

 (P. Zacarías de Lloréns, O.F.M.Cap., en "Flores Eucarísticas")

http://webcatolicodejavier.org/Imelda.html

Bendita sea tu pureza


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía
morir sin tu Santa Bendición.


miércoles, 9 de mayo de 2012

Los cuatro dogmas acerca de la Virgen María


En este mes de Mayo, mes de María Santísima, reflexionamos y meditamos con más detenimiento los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:

1. Su inmaculada concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a ser madre de Cristo.
2. Su maternidad divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.
3. Su perpetua virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen. 
4. Su asunción a los cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.

También es tiempo ideal para, con más ahínco confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades. La miramos como Madre, le demostramos nuestro cariño e imitamos sus virtudes.

Ella “Se turbó, preguntándose qué podría ser éste saludo” (Lucas 1,29). Prudentísima porque turbada calló, porque obedeció, porque creyó y supo entregarse como esclava de Dios. 
¡Qué modelo para nuestra locuacidad, nuestra poca fe y nuestro orgullo!. “Las vírgenes prudentes llenaron sus lámparas de aceite” (Mateo 25,4). María la llenó con fe. “Feliz porque haz creído”. 

La llenó con amor. “Mi Amado es mío y yo soy suya” (Cantar de los cantares 2,16). La llenó de esperanza. “Guardaba todas las Palabras de Jesús en su Corazón” (Lucas 2,51).

Hacemos silencio interior y meditamos para discernir lo que realmente nos pide el Señor. Como María, responderemos "Fiat", seremos fieles a la Voluntad del Señor, y con Ella cantaremos:
"Proclama mi alma la grandeza del Señor...".

Dios nos siga bendiciendo.

Alejandro María

EL ÁNGELUS



V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió del Espíritu Santo.
Ave María.

V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mi según tu palabra.
Ave María.

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave Maria.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración.
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.




R. Amén.

martes, 8 de mayo de 2012

ACORDAOS


El Acordaos —oración atribuída a San Bernardo de Claraval— es la mejor oración para mostrar nuestra confianza en la Virgen María, pues Ella es Madre clementísima; una Madre que está siempre pendiente de todos, y cada uno, de sus hijos.


En esta oración el alma recuerda a Santa María el motivo de su inquebrantable confianza: jamás la Virgen ha dejado de socorrer a los que han acudido a Ella buscando su protección. Y Ella presenta ante el trono de la Divina majestad de su Hijo Jesús todas las súplicas y ruegos que se le hacen.


Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, 
que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, 
implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado.
Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, 
Virgen de las vírgenes,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados 
me atrevo a comparecer ante Vos.
Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, 
escuchadlas y acogedlas benignamente. 

Amén.






http://encuentra.com/oraciones_y_devociones_mariana/acordaos__10635/

viernes, 4 de mayo de 2012

El Ave María


avemaria.jpg


Virgen María San Bernardo, cada vez que pasaba por delante de una imagen de la Virgen María, le saludaba diciendo "Dios te salve, María". Cuando San Bernardo murió y el cuerpo pasó por delante de la citada imagen, fue la propia Virgen María quien exclamó: "Dios te salve, hijo mío Bernardo".Bienaventurados aquellos labios y aquellos lugares en los que se pronuncia : “Ave María”.
Vamos a analizar las palabras del Ave María en detalle a continuación:


Dios te salve, María: Es un saludo que limpia los labios y el corazón. No se pueden pronunciar esta palabras con reflexión y sentimiento, sin sentirse más buenos, porque cuando los ojos de vuestro espíritu están fijos en María, se puede ser más bueno, más puro y más caritativo. La amistad con María es causa de perfección porque infunde y transfunde las virtudes de tan buena Madre en quien las pidecon humildad.

Llena eres de Gracia: Humildad, prontitud, pudor, plegaria... ¿Qué no encontró de excelso la palabra angélica para convertirse en la primera chispa del incendio de la Encarnación?. He aquí lo que se necesita, para atraer a Jesús, vuestra adherencia a la Gracia, vuestra acogida a la Gracia, vuestro multiplicar la Gracia, vuestro aspirar a la Gracia. El cuerpo, para vivir, necesita respirar aire y tomar aliento. El alma para vivir, debe respirar la Gracia, y el mejor ejemplo es María.

El Señor es contigo. Dios siempre está con el alma en Gracia. Dios no se aleja cuando el tentador se acerca, se aleja solamente cuando se cede al Tentador y se corrompe el alma. Quien está con Dios no es que no vea el mal, más bien lo ve con más claridad que muchos otros, pero el verlo no corrompe. El unido con Dios está saturado de Dios, y cualquier otra cosa que no sea Dios queda en la superficie y no perturba el interior.

Bendita tú eres entre todas la mujeres. Esta bendición que a veces decimos imperfectamente, o que quizá ni la decimos a Aquella que con su sacrificio inició la Redención, resuena continuamente en el Cielo, pronunciada con infinito amor por la Trinidad. Todo el Paraíso bendice a María, obra maestra de la Creación universal y Misericordia divina. Aún cuando toda la obra del Padre para crear de la nada a la tierra no hubiese servido sino para acoger a María, la obra creativa habría tenido su razón de ser, porque la perfección de María es tal, que Ella es testimonio de no sólo de la sabiduría y el poder, sino del amor con el cual Dios ha creado el mundo.

Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús: Tenemos a Jesús porque treinta tres años antes María aceptó beber el cáliz de la amargura. Bendito el vientre purísimo que contuvo al Creador, y para dar una norma, sabed que Yo, Dios, no considero disminuirme a Mí mismo con infinito y venerante amor a mi Madre.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. A la Madre de Dios le realizamos una invocación simétrica a la de “líbranos del mal”, del Padrenuestro. Se nos ha dado una Madre y un Padre. Si pedimos al Padre que nos libre del Mal, ¿no pediremos a la Madre que aleje de nosotros la muerte en pecado?. No debemos preocuparnos de la muerte en el significado humano, sino del Mal y de la Muerte en el significado sobrenatural.

Tenemos una Madre que es poderosa por su triple condición de Hija, Esposa y Madre de Dios, y si Cristo resucita a los muertos a la Gracia, María, cuando es realmente amada, impide que la muerte nos separe de su Hijo en la eternidad.



http://webcatolicodejavier.org/avemaria.html

jueves, 3 de mayo de 2012

UN NIÑO HABLA A SU MADRE

REFLEXION DE FAMILIA - 

Se celebran muchas cosas y acontecimientos en el mundo, pero el día de la madre es el que más se merece una celebración, porque se celebra el amor más tierno, más desinteresado y más hermoso que pueda existir sobre la tierra. Habría que celebrarlo con versos y canciones. Hasta Dios quiso tener una madre, la Santísima Virgen. Quiso sentir las caricias y el amor de una madre humana como tú.

A la hora de dirigirles una felicitación se me ocurre ponerme en el caso de un niño que habla a su mamá. Hacerme también niño, porque resulta que un hijo, es siempre un niño para su madre. Lo primero que un niño dice a su madre es un ¡gracias! muy grande y muy tierno.

¡Gracias! mamá, por haberme traído a este mundo: tu primer regalo para mi fue el regalo de la vida, te debo la vida. Pude no haber nacido y ahora no correría a tu brazos a decirte que te quiero y no podrías mirarte en mis ojos de angelito travieso. Pero dijiste sí. ¡Gracias! ¡mamá ! ! !, me quisiste mucho antes de nacer; cuántas veces soñaste conmigo.

¡Gracias! por haberme cuidado de pequeñito con tantos sacrificios, desvelos, cansancios. No puedo saber cuánto has hecho por mi, porque en esos años no me daba cuenta; te he costado mucho, mamá, eso lo sé. Nunca te sabré agradecer lo suficiente, no podré hacerlo porque es demasiado lo que te debo. Cuántas noches en vela junto a mi, cuando estaba enfermo.

¡Gracias! porque me has enseñado a conocer y a querer a Dios. Cuando sea mayor quizá me vuelva un poco frío, quizá salga de hijo pródigo, pero volveré, sí, volveré a ese Dios que tú me enseñaste amar.

Perdóname todas mis travesuras de niño y mis travesuras ya no tan inocentes de mayor. En el fondo no iban con mala intención, no pretendía molestarte. Aunque si te han hecho sufrir, yo sé que tú tienes siempre corazón para perdonarme y para comprender mis debilidades.

Pero no tengo derecho a entristecerte. Perdóname si alguna vez has tenido que llorar por mi y te he hecho enojar; no tenia derecho a hacerlo, perdóname. Te prometo desde hoy portarme mejor, no puedo seguir haciéndote sufrir con mi mal comportamiento. Ayúdame a cumplir este propósito.

Voy a pedir por ti tantas cosas. Hay que pedir mucho a Dios por las mamás de todo el mundo, para que siga habiendo madres buenas, fieles, heroicas en su labor de educar al hombre, porque los grandes hombres se forman en las rodillas de su madre.

Pedir para que no tomen como dogma de fe, aquello de que la familia pequeña vive mejor. En algunos ambientes algunas familias han reducido su fecundidad, su amor y su generosidad a una criatura, a un hijo. No tienen amor más que para un ser. La familia que vive mejor, no es la pequeña o la grande, sino la que vive unida en el amor.

Pidamos por todas nuestras familias para que reine de verdad el amor y así vivan mejor cada día. Ojalá que todas las madres se sientan orgullosas, felices de su maternidad pues eso es lo más grande que han recibido. Que se sientan felices con sus hijos, orgullosas de sus hijos, realizadas en su misión de madres por encima de cualquier otra cosa en su vida. Otras tareas y oficios pueden añadir algo a su persona, pero ninguna como la gloria y la alegría de ser madre.

Tus hijos te perdonarán fácilmente no ser una extraordinaria profesionista, si eres una estupenda mamá. El mundo está más necesitado de mamás verdaderas que de profesionistas excelentes.


Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.  
www.encuentra.com

martes, 1 de mayo de 2012

UN NIÑO



"Un niño es una persona 
que ha de continuar aquello 
que tú has comenzado. 

Él ha de sentarse
donde tú te has sentado. 
Y cuando tú te hayas ido, 
atenderá aquellas cosas 
que para ti son importantes. 

Puedes adoptar 
todos los principios que quieras
pero la forma en que serán 
cumplidos depende de él. 

Él asumirá el control 
de las ciudades, 
de los estados y de 
las naciones. 

Ha de tomar iglesias, 
las escuelas, las universidades
y las empresas. 

Todos tus libros 
serán juzgados por él, 
ya sea para alabanza 
o condenación.

El destino de la humanidad 
está en sus manos. 

Autor: Abraham Lincoln 

Fuente: encuentra.com - Valores
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