Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar, si con ellos miro, nunca volveré a pecar-Catholic.net
gadgets para blogger

Arriba Vainillitas!

Photobucket
English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

sábado, 31 de mayo de 2014

María con el Niño



La maternidad de María se ha hecho realidad,
en su regazo acoge al Hijo de Dios.

Con dulzura su manto tiende revelando la grandeza que reposa ahora en su pecho.
La mirada tranquila, acogedora, nos transmite paz y serenidad.

Danos, María, un corazón agradecido que sepa siempre ver a Dios,
danos el amor de una madre que por su hijo todo dá.
Danos un alma de niño cuyos ojos nos anuncian la presencia continua de Dios.
Acógenos en tu manto, danos tu protección.

Madre nuestra, Madre de la humanidad,
camina a nuestro lado sembrando siempre la verdad.
Llévanos de la mano y danos tu bendición.

sábado, 24 de mayo de 2014

María Auxiliadora.


ORACIÓN DE SÚPLICA

Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.

Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.

Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.

Reina de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor. 
Amén.


jueves, 22 de mayo de 2014

DIOS ES MISERICORDIOSO PERO TAMBIÉN ES JUSTO.


"Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo y porque es infinitamente justo, no puede perdonar al que no se arrepiente.
Es condición indispensable para que Dios te perdone, que tú te arrepientas, sería una monstruosidad, perdonar al que no esta arrepentido!!!! Es de sentido común.

Supongamos que va un hombre a confesarse y dice que ha tenido relaciones sexuales con su novia. Y el sacerdote le dice que tiene que esperar hasta casarse. Entonces el muchacho dice; ah no, no, yo la amo, ¿porque tengo que esperar? Pues el sacerdote no le puede perdonar, porque necesita que se arrepienta, porque si el dice que va a seguir fornicando, no lo puede perdonar, es de sentido común.

La misericordia de Dios infinita, me perdona todo del todo, pero necesita que yo me arrepienta, para que Él me perdone, y si yo no me arrepiento Él no me puede perdonar. Precisamente esta es la razón del infierno eterno, el infierno es eterno es dogma de fe. ¿Porque el infierno es eterno? porque con la muerte se acaba la posibilidad de pedir perdón, el que no pide perdón antes de la muerte, no pedirá perdón después de la muerte. Porque la posibilidad de pedir perdón esta antes de morir, y el que muere sin pedir perdón va a estar eternamente sin pedir perdón, y Dios eternamente sin perdonar. ¡No porque a Dios le falte misericordia!, sino porque al pecador le faltó la condición indispensable de pedir perdón.

¿Y DIOS CASTIGA AL PECADOR?

La expresión "castigo de Dios" es bíblica. No hay que tener miedo en emplearla, pero sin olvidar que Dios es misericordioso y perdona siempre al arrepentido que tiene propósito de enmienda. Pero al obstinado en su pecado, Dios le castiga, pues es justo.

En Jesucristo predomina la misericordia. Pero el perdón de Dios no es posible sin arrepentimiento. El que rechaza a Dios, él mismo elige su castigo. Mejor que decir que Dios les castiga, yo diría que ellos se castigan a sí mismos al rechazar a Dios.

Padre Jorge Loring

sábado, 17 de mayo de 2014

Nuestra Señora de las Lajas Un milagro permanente del siglo dieciocho, ocurrido en Colombia.


Fiesta: 16 de Septiembre

La voz misteriosa

En el siglo dieciocho, en Colombia, María Meneses de Quiñones, que descendía de caciques indígenas de Potosí, solía caminar la distancia de seis millas y un cuarto que separaban su villa de otra llamada Ipiales.
Un día de 1754, cuando ella se acercaba al puente encima del río Guáitara, en un sitio de nombre Las Lajas (las piedras planas y lisas), se desató una terrible tormenta. Muy asustada, la pobre indígena, se refugió en una cueva al lado del camino. Sintiéndose angustiada y sola, comenzó a invocar a Nuestra Señora del Rosario, cuyo patrocinio se había hecho popular en la región gracias a los Dominicos.
Entonces, sintió que alguien le tocó la espalda y la llamó. Ella se volteó, pero no vio nada. Con gran miedo, huyó a Potosí. Días después, María regresó a Ipiales, llevando en la espalda a su hijita Rosa, que era sordomuda. Cuando llegaron a la cueva del Guáitara, ella se sentó a descansar sobre una piedra. No había terminado de acomodarse, cuando la niña se bajó de su espalda y comenzó a treparse en las piedras de la cueva, exclamando: "¡Mami! ¡Mami!, ¡Aquí hay una señora blanca con un niño en sus brazos!"
María estaba fuera de sí del espanto, pues era la primera vez que oía a su hija hablar. Y, más aún, no veía por ninguna parte las figuras que la niña describía. Muy nerviosa y con temor, colocó a la niña sobre su espalda y se fue para Ipiales. Allí les contó a parientes y amigos lo sucedido, pero nadie le creyó.
Una vez que María arregló sus asuntos en Ipiales, regresó a su casa en Potosí. Cuando llegó al sitio donde se hallaba la cueva, sin vacilar, pasó por el frente de la entrada, y entonces Rosa gritó: "¡Mami! ¡La señora blanca me está llamando!"
María no podía ver nada. Asustada en extremo, se apresuró a llevarse a la niña lejos de allí. Cuando llegó a casa, hizo el relato a sus amistades de lo que le había pasado. De esta manera, muy pronto la región entera supo del misterio de la cueva, la cual todos conocían, pues quedaba al pie de un camino muy transitado.

Aparición de la Virgen con el Niño Jesús

Unos días después, Rosa desapareció de su casa. María, angustiadísima, la buscó por todas partes, pero no la halló, hasta que su corazón de madre la hizo caer en la cuenta de que su hija debía haber ido a la cueva, pues a menudo decía que la mujer blanca la llamaba. Así pues, se apresuró a la cueva del Guáitara y se alegró muchísimo de que su corazón de madre no la había engañado. Vio a su hija arrodillada frente a la mujer blanca y jugando, cariñosa y familiarmente, con el niño, el cual había bajado de los brazos de su madre para permitirle a la niña disfrutar su divina y sublime ternura. María cayó de rodillas ante este hermoso espectáculo; había visto a la Santísima Virgen por primera vez.
Temerosa del menosprecio de sus parientes y vecinos, que no le habían creído lo que ya les había contado, María prefirió callar al respecto. Comenzó a frecuentar la cueva, y, poco a poco, la llenó de flores silvestres y velas de sebo, que su hija le ayudó a pegar en la vía de piedra.
Pasó el tiempo, y el secreto lo sabían sólo María y Rosa, hasta el día en que la niña cayó gravemente enferma y pronto murió. María, muy afligida, decidió llevar el cuerpo de la niña a los pies de la Señora del Guáitara. Allí le recordó a la Virgen todas las flores y velas que Rosa le solía llevar, y le pidió que le devolviera la vida.
Milagro asombroso
Sintiéndose presionada por la tristeza de las súplicas maternales que no cesaban, la Virgen Santísima consiguió de su Divino Hijo el milagro de la resurrección de la pequeña Rosa. Llena de alegría, María se fue a Ipiales. Llegó a las diez de la noche. Les contó a todos sus allegados la maravilla ocurrida. Los que se encontraban ya durmiendo, se levantaron; hicieron que tocaran las campanas de la iglesia, y una gran muchedumbre se reunió frente a la iglesia de la villa. Ya estaba amaneciendo, y todos se dirigieron hacia la cueva. Llegaron al rayar el alba.
A las seis de la mañana, se encontraban en Las Lajas. Ya no podía haber duda acerca del milagro; de la cueva brillaban luces extraordinarias. Allí, en la pared de piedra, se hallaba grabada para siempre la imagen de la Santísima Virgen.

El Santuario de Nuestra Señora de la Lajas 

El precioso santuario estilo gótico está edificado sobre el lugar del milagro en Guáitara, en los Andes colombianos, a 7 kms de la ciudad de Ipiales y 11 kms del puente de Rumichaca que une Colombia y Ecuador. Es un lugar de extraordinaria belleza escogido por la Madre para prodigar su amor.  La Basílica también es una obra preciosa edificada sobre la pendiente del río. La imagen se encuentra en el punto central sobre el altar.
Cada 16 de septiembre, fecha de su aparición, millares de peregrinos acuden al santuario para honrar la Virgen y rezar junto con ella.


http://reflejosdeluz11.blogspot.com/

viernes, 16 de mayo de 2014

El martirio del cuerpo incorrupto de san Pascual Bailón evitó la profanación del sagrario 350 años después de muerto, Pascual adoró la Eucaristía

Quizás pocos recuerden la vida de Pascual Bailón, cuya festividad se celebra mañana, pero este santo fraile iletrado, que gozó del don de ciencia infusa, fue uno de los más afamados santos de España, durante siglos. Su amor por Cristo Eucaristía fue tal que, incluso, «impidió» la profanación del Santísimo durante el inicio de la Guerra Civil

Visión de san Pascual Bailón,
de Giambattista Tiépolo.
Museo del Prado, Madrid

Le llamaron Pascual porque nació el 16 de mayo de 1540, en la Pascua de Pentecostés. Y aunque Baylón era su verdadero apellido familiar, casi se convirtió en su apodo porque, según cuentan las crónicas, danzaba ante la imagen de la Virgen: como era un iletrado, decía, no sabía qué otra cosa podía ofrecer para agradar a la Madre. Sus padres eran campesinos, gente pobre, y por eso tuvo que trabajar como pastor desde los 7 años. Cuando apacentaba las ovejas en los campos de su Torrehermosa natal (Zaragoza), aprendió a leer pidiendo a los viajeros que le enseñasen a reconocer letra por letra las oraciones de un devocionario que llevaba consigo. A veces, se arrodillaba en el campo mirando hacia el campanario de la iglesia, y sus compañeros se asombraban al llegar al pueblo y comprobar que Pascual había puesto rodilla en tierra cuando el sacerdote consagraba el pan y el vino para que Jesús Eucaristía se hiciese presente.

A los 24 años, ingresó en los franciscanos alcantarinos, después de tener una visión mística que le mostraba y demostraba la presencia real del Resucitado en la Eucaristía. En el convento, fue barrendero, portero y cocinero, y rehusó ser sacerdote porque se consideraba un ignorante. Pero sus superiores pronto descubrieron la sabiduría y hondura espiritual del humilde fraile: De ciencia infusa dotado,/ siendo lego sois Doctor,/ Profeta y Predicador,/ Teólogo consumado...

Pasaba horas, e incluso noches enteras, postrado ante el Santísimo, en adoración de su Señor y amigo. Por encargo del superior de la Orden, hubo de atravesar Francia cuando los calvinistas hugonotes quemaban iglesias y asesinaban a todo católico que encontraban por el camino. Pascual hizo el trayecto a pie, porque no sólo no temía a la muerte, sino que deseaba dar su vida por Cristo. Pero Dios tenía otros planes: salió ileso de varias persecuciones, y, en cierta ocasión, supo rebatir con argumentos teológicos las objeciones que le planteó un grupo de hugonotes que negaban la presencia de Cristo en la Eucaristía. Cuando se vieron rebatidos, le tundieron a palos hasta casi matarlo. En Francia, convirtió a no pocos protestantes, y, de regreso a España, contó lo torpe que había sido cuando un hugonote a caballo, amenazándolo con una lanza, le preguntó si Dios estaba en el cielo. Él dijo que sí, y el hugonote se fue. Después, rompió a llorar porque no se le ocurrió añadir «y en la Eucaristía», lo que le habría valido el martirio.

Murió en 1592, en el convento de Nuestra Señora del Rosario, en Villarreal (Castellón), el 17 de mayo, también Pascua de Pentecostés. Lo hizo entre visiones místicas y cuando, en la iglesia del convento, se consagraba la Sagrada Hostia. Fue canonizado en 1690; la Iglesia lo nombró Patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna; la Casa Real lo adoptó como Patrono; y su cuerpo permaneció incorrupto y flexible casi 350 años, hasta el 13 de agosto de 1936.

Aquel día, una horda de milicianos de la República entró en la capilla de Nuestra Señora del Rosario, de Villarreal, para profanar el sepulcro del santo, al que miles de católicos solían peregrinar. Meses antes, el capellán había rehusado llevar el cuerpo al cementerio para protegerlo: «No llegarán a tanto», dijo. Pero llegaron. Los milicianos rompieron el sepulcro-relicario entre blasfemias, sacaron el cuerpo a la plaza y le prendieron fuego, tras ultrajarlo con salivazos y orines. Un sacerdote, que presenciaba escondido el sacrilegio, recordó que el Santísimo seguía en el sagrario de la iglesia. Encomendándose a san Pascual, le pidió ayuda para salvar a Cristo Eucaristía de una profanación segura. El sacerdote, vestido con sotana, atravesó la turbamulta de milicianos, entró en la iglesia tomada por los asaltantes, sacó al Señor y huyó con Él, pasando de nuevo entre los milicianos. Y así, cuando las llamas y las ofensas consumían su cuerpo incorrupto, san Pascual alcanzó el martirio tres siglos y medio después de muerto, mientras adoraba, en el cielo y en la tierra, a su amigo y Señor, Jesús Eucaristía.


José Antonio Méndez

martes, 13 de mayo de 2014

A MARÍA ofrecemos EL CRISANTEMO


La bondad y la indulgencia, Tú que sabes mucho de eso Santa María, la queremos simbolizar con el “crisantemo
”.
¡Ojalá que muchos de nosotros tuviéramos la habilidad para mantenernos en pie como lo hace esta flor que hoy te presentamos!

Acostumbrados a vivir envueltos en celofán nos cuesta sonreir y volcarnos con los que son contrarios a nuestros criterios o ideas.

Es difícil comprender y entender aquella justicia de Dios que nos habla de la lluvia copiosa sobre la tierra de justos e injustos, buenos o malvados.

Conscientes de que nuestro amor y nuestro servicio lo dirigimos a según quiénes y cómo….te ofrecemos la flor del crisantemo que, prescindiendo de si es mucho o poco cuidada, sabe florecer al ciento por uno.


Que no perdamos nunca, María, la capacidad de asombro que tuvieron aquellos pastorcitos en Cova de Iría ante los signos reales de tu presencia.

“Qué pequeña me parece la tierra cuando miro al cielo” (S.Ignacio Loyola)

LOS TRES PASTORCITOS DE FÁTIMA

Lucía de Jesús


La principal protagonista de las apariciones nació el 22 de marzo de 1907 en Aljustrel, perteneciente a la parroquia de Fátima (Portugal). 

El 17 de junio de 1921 ingresó en el Asilo de Vilar (Porte), dirigido por las religiosas de Santa Dorotea. Después fue para Tuy (España), donde tomó el hábito y le pusieron el nombre de María Lucía de Los Dolores. 

Hizo su profesión religiosa de votos temporales el 3 de octubre de 1928 y el 3 de octubre 1934 los perpetuos. El 24 de marzo de 1948 ingresó en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra (Portugal), tomando el nombre de Hermana María Lucía del Corazón Inmaculado. El día 1 de mayo de 1949 hizo sus votos solemnes. 

La Hermana Lucía fue a Fátima varias veces: el 22 de mayo de 1946; el 13 de mayo de 1967; en 1981 para dirigir en el Carmelo de Fátima un trabajo de pintura sobre las apariciones; el 13 de mayo de 1982 y el 13 de mayo de 1991.

Fue llamada a la Casa del Padre el 13 de febrero de 2005.



Francisco Marto



Nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Junio de 1908. Fue bautizado el 20 de Junio de 1908. 

Cayó victima de la neumonía en Diciembre de 1918 y falleció en Aljustrel a las 22 horas del 4 de Abril de 1919. 

Sus restos mortales quedaron sepultados en el cementerio parroquial de Fátima hasta el día 13 de marzo de 1952, fecha en que fueron trasladados a la Basílica de Cova da Iria (lado derecho según se entra). 

Su gran preocupación era la de “consolar a Nuestro Señor”. El Espíritu de amor y reparación para con Dios ofendido, fueron notables en su vida tan corta. Según su historia, el pequeño Francisco pasaba largas horas "pensando en Dios", por lo que siempre fue considerado como un contemplativo. 

Su precoz vocación de eremita fue reconocida en el decreto de heroicidad de virtudes, según el cual, después de las apariciones ", se escondía detrás de los árboles para rezar solo; otras veces subía a los lugares más elevados y solitarios y ahí se entregaba a la oración tan intensamente que no oía las voces de los que lo llamaban".



Jacinta Marto



Nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Marzo de 1910. Fue bautizada el 19 de Marzo de 1910. Víctima de la neumonía cayó enferma en Diciembre de 1918. Estuvo internada en el Hospital de Villa Nueva de Ourém y por fin en Lisboa, en el hospital de D. Estefanía donde murió a las 22.30 horas del día 20 de Febrero de 1920. 

Del 21 de Enero al 2 de Febrero de 1920, estuvo en el Orfanato de Nuestra Señora de los Milagros, en la Calle de Estrella, en Lisboa, casa fundada por la D. María Godinho, a quien Jacinta llamaba "Madrina". Fue celebrada la Misa de cuerpo presente en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en Lisboa, donde su cuerpo estuvo depositado hasta el día 24, día en que fue transportada a una urna para el cementerio de Villa Nueva de Ourém. Fue trasladada al cementerio de Fátima el 12 de Septiembre de 1935, fecha en que la urna fue abierta. 

El 1 de Mayo de 1951 fue finalmente trasladada a la Basílica del Santuario de Fátima. 

Más allá de las 5 Apariciones de la Cova de Iría y una de los Ángeles, Nuestra Señora se le apareció a Jacinta 4 veces más en casa durante la enfermedad, una en la Iglesia Parroquial en un jueves de la Ascensión, y aún en Lisboa en el Orfanato y en el hospital. 

Su vida fue caracterizada por el Espíritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los pecadores. 
Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desagravio al Corazón Inmaculado de María, de todo ofrecía un sacrificio a Dios, como les recomendara el Ángel, diciendo siempre la oración que Nuestra Señora les enseñara: “Oh Jesús, es por nuestro amor, por la conversión de los pecadores (y acrecentada, por el Santo Padre) y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María".


http://webcatolicodejavier.org/VFpastorcitos.html

Nuestra Señora de Fátima


Dios mío, te pido por intercesión de nuestra Señora de Fátima, que me concedas la gracia de vivir con fe; que sepa reconocer tu voz y vivir de acuerdo a tu voluntad abandonándome en tus brazos. Amén
Regnum Christi


viernes, 9 de mayo de 2014

A María ofrecemos la violeta


La violeta es la pantalla y la imagen de la lealtad. San Bernardo llamó a esta flor la flor de la humildad y desde entonces fue adoptado como símbolo de la Virgen María.
Coger un puñado de “violetas” y llevárselos a María es sentir una llamada a perseverar en el camino cristiano. Lo más fácil y cómodo puede ser el abandonar. Lo más sabio  e inteligente, valiente y comprometido es….la lealtad a Jesús. No resulta difícil, ni mucho menos, sembrar de violetas el altar de Santa María y en recompensa escuchar una palabra de sus labios: “haced lo que El os diga”.

María ayudamos a ser valientes y perseverar ante las dificultades y dudas que nos acechan cada día. Llévanos a Jesús y muéstranos su rostro.

"Cuando una persona inclina la cabeza ante Dios, Dios se la corona." (Claudia Meraz)
http://reflejosdeluz11.blogspot.com/
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...